Los juegos y las actividades tienen muchos beneficios para el desarrollo de los niños, en especial para aquellos que tienen alguna capacidad especial, como los niños con Síndrome de Down. Los juegos les permiten a los padres de familia estimular diferentes habilidades en los peques y el desarrollo de diferentes destrezas.
¿Por qué el juego debe incluirse en el día a día de estos peques? En este blog te comparto 5 beneficios de los juegos en la vida de los niños con Síndrome de Down.
1. Desarrollo de habilidades motoras
Las diferentes habilidades motoras se desarrollan a medida que los peques van creciendo. Sin embargo, no podemos dejar de lado la importancia de dinámicas, como deportes en equipo o los juegos, que ayudan a fortalecer las habilidades motoras. Más adelante, las personas con Síndrome de Down pueden perder poco a poco estas habilidades si no reciben la estimulación apropiada. Por esta razón, puedes ayudar a tu peque a mejorar el equilibrio, la coordinación, la capacidad de respuesta, la rapidez y otras capacidades con juegos y actividades que vayan acorde a su edad.
2. Desarrollo de habilidades lingüísticas
A veces, en el habla de los niños con Síndrome de Down no hay tanta fluidez al hablar y les cuesta la pronunciación de ciertas palabras. Sin embargo, esto no es una limitante para la comunicación y enseñarles, como padres, diferentes formas de comunicar lo esencial (palabras, frases, señas). Y el juego es la herramienta ideal para estimularlos en esta área. La imitación de sonidos, repetición de palabras y otras actividades que fortalezcan el habla, son extremadamente útiles para el desarrollo de las habilidades lingüísticas.
Además del juego, no podemos dejar de lado la interacción con otras personas y la inclusión en grupos sociales. Al estar rodeados de otras personas es inevitable que necesiten comunicarse. Esto es un motivante para expresarse por medio de diferentes herramientas.
3. Desarrollo de los sentidos
Estimular los sentidos en sus primeros años es fundamental para que tengan un desarrollo óptimo. Recordemos que los niños con Síndrome de Down pueden presentar dificultad para sostener objetos, escuchar, etc. Por esta misma razón es importante estimular sus sentidos por medio de diferentes actividades.
Podemos aprovechar juegos donde los peques tengan que manipular bloques de madera o moldear con diferentes materiales para la estimulación de los del sentido del tacto, también contribuyen a la diferenciación de colores y tamaños. Mejorar le precisión en el agarre les dará más confianza para desenvolverse mientras crecen y desarrollan diferentes habilidades.
4. Desarrollo de habilidades cognitivas
Los juegos y actividades contribuyen al desarrollo de diferentes habilidades cognitivas en los niños con Síndrome de Down. Por ejemplo: desarrollar y fortalecer la memoria, la concentración y la atención.
Los juegos, además de brindarles diversión y entretenimiento, les ayudan a obtener nuevos conocimientos y optimizar los que ya saben. Se puede estimular la atención con actividades que requieren observación constante, seguimiento de instrucciones, repetición de palabras, seguimiento de patrones o comportamientos. Mientras que la memoria se refuerza con juegos didácticos como las memorias o rompecabezas, repetición de palabras, lectura de cuentos, etc.
La concentración, en cambio, está presente en todo momento porque el peque deberá permanecer concentrado para que, juntos, alcancen las diferentes metas que se propongan. Sobre todo, en actividades de equipo y competitivas, como el fútbol.
5. Emocionales, psicológicos y sociales
Los beneficios emocionales, psicológicos y sociales son de los más significativos para los niños. Los juegos permiten al niño sentirse acompañado, amado, apoyado e incluido. Además, aprenden valores como el compañerismo, el trabajo en equipo y solidaridad. Las diferentes actividades les ayuda a desenvolverse mejor en su entorno.
El juego, a nivel familiar, es un punto de encuentro entre familiares y el niño con Síndrome de Down. Les ayuda a comprenderlo, enseñarlo y motivarlo de una forma agradable y didáctica. Esto sin mencionar todo lo positivo que la familia obtiene a cambio al ser partícipe del día a día del peque.
Recordemos que el juego tiene múltiples beneficios para todos los niños. Es una de las fuentes de aprendizaje sobre el mundo y su entorno. Recordemos que cada peque es diferente y aprende a su propio ritmo. A nosotras, como madres, nos queda la parte de adaptarnos y disfrutarnos a nuestros hijos.
1 comentario
BRUNO
Muchas gràcias por la información, me ha servido de mucho <<<33
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