Hace unos meses mi coach Miguel Bran me invitó a dar una charla que forma parte de una serie de conferencias en Thrive Talk. Compartí con los asistentes tips y consejos que me han servido para balancear mi maternidad, casa y trabajo en estos tiempos donde nos cuesta parar a tomar un respiro. Creo, firmemente, que lo que compartí con ellos también te puede ayudar a ti que lees esto. Quiero que sepas que no estás solo y cuentas con todo lo que necesitas para cambiar lo que quieras cambiar. Yo hoy, solo vengo a darte un empujón.
Te voy a compartir 3 pilares que para mí son fundamentales para poder balancear nuestra vida como mamá, como trabajadoras y en nuestro hogar. Cualquier información que puedas llevarte de este Blog Post deseo que sea de beneficio para ti.
Con este artículo quiero que puedas empezar a tomar acción hoy mismo. Seguramente te preguntarás ¿A qué hora voy a tomar acción si hoy es domingo? Y te digo, no importa el día ni la hora para tomar acción, sólo basta con que desees ver cambios para tomar la decisión de actuar. Para ayudarte, te haré algunas preguntas, idealmente responde en un cuadernito para tenerlas presente. Ahí es donde empiezas a tomar acción.
Porque tener mucha información sin acción realmente solo se queda como una pérdida. Voy a empezar con una pregunta y quiero que seas sincer@ contigo mismo. Analizaste y responde ¿cómo estás hoy realmente? ¿Estás tranquil@?¿Estás estresad@?
¿Cómo tú te sientes? ¿Cómo estás?
Cuando vayamos entendiendo cómo estamos en realidad podremos empezar a conocernos mejor y a saber qué necesitamos en ese momento.
Cuando somos mamás hacemos muchas cosas, las responsabilidades nos llueven haciendo que, en algún momento del día nos sintamos abrumadas. Es ahí a donde quiero llegar. Cuando nosotras, las mamás, decimos “Estoy cansadísima” es normal que sintamos ese nivel de cansancio el cual puede ser de dos tipos: un cansancio físico (aquel que tenemos por estar corriendo detrás de los niños todo el día) y un cansancio emocional (el tipo de cansancio que nos acompaña a las mamás la mayor parte del tiempo).
¿Qué es eso? ¿De qué me hablas, Cristina? Me refiero al tipo de cansancio donde decimos: “Es que no me siento bien, no sé qué pasa conmigo. Debería estar bien si tengo a mis hijos, tengo a mi familia, tengo un trabajo, pero aún así no me siento bien”.
Quiero compartirte un tip que a mí me funcionó muchísimo y, que a la fecha lo sigo haciendo: marcar con colores cómo termino mi día.
En este calendario la idea es poder tener todo el año en una misma hojita para ver nuestro progreso. Marco de verde los días que me fui dormir con una sonrisa; de amarillo, los días donde simplemente me fui a dormir y de rojo, todos los días que me fui a la cama histérica, llorando, frustrada o agobiada.
Los 3 pilares: amor, salud y productividad
Te preguntarás cómo con estos 3 pilares puedes balancear mejor su vida. Solo con el primero verás cómo puedes tomar mejor control de tu vida: de tu maternidad, tu trabajo, tu matrimonio, o simplemente en todo lo que tu haces...
1. Amor
¿Por qué este es el primer pilar? Porque el mundo está demandando mucho amor: los niños, los jóvenes y los adolescentes. Si la sociedad necesita amor, nosotras podríamos ser ese cambio y empezar a actuar con amor. Si yo doy amor, voy a recibir amor. Si soy una bolita de amor, todo el amor me va a perseguir y qué rico se siente ser amado. Sé que todas las mamás que me leen aman a sus hijos. Sin embargo, si el amor es paciente, por qué me enojo tan fácilmente.
Pensemos realmente, si nosotros estamos actuando con amor y realmente si creemos que al mundo le hace falta amor; si hubiese más amor en el mundo, todo sería mejor, no digo perfecto, pero sí serían las cosas mejores. Entonces, el paso número 1 para poder avanzar y tomar acción es escoger una característica del amor. La pueden escribir en un cuaderno o en un lugar donde la tengan presente. Yo escogí la paciencia. Cuando ya sepamos en cuál característica nos enfocaremos, escojamos salir de nuestra zona de confort y aplicarla todos los días a lo que hagamos.
2. Salud
La salud es muy importante, mucho más en esta época, porque si no nos cuidamos estamos en riesgo. Entonces quiero separar la salud en dos grupos principales: salud física y salud mental. Ojo, para nosotras las mamás, no significa desear el cuerpo que teníamos antes de convertirnos en mamás. Ese cuerpo estaba bien y, si me propongo volver a tenerlo, puedo hacerlo; pero, más que desear ese cuerpo, es aceptar el que hoy tengo. Es aceptar que si tengo una libritas de más puedo cambiar y mejorar mis hábitos porque me quiero, porque me amo y voy a cambiar para mejorar mi salud.
Con eso en mente, divido la salud física así:
- Alimentación
- Actividad física
- Descanso
Algo que no quiero dejar de compartirte de la salud física y que muchas veces no se menciona es el descanso. Es el punto que más me gusta y, cuando descubrí su importancia en mi salud, me cambió la vida. No quiere decir que voy a dormir y no hacer nada. Me refiero a escuchar a mi cuerpo y darle el descanso que necesita. El descanso bajará nivel de estrés y eso me va a permitir a mí bajar de peso, si es lo que yo necesito, incluso me permitirá recuperar energías.
En cambio, la salud mental la separo en:
- Pensamientos
- Mindfulness
- Actitud
No entraré en mucho detalle, pero para mí, la salud mental en parte es escuchar, moldear y controlar mis pensamientos. Algo curioso que aprendí es que el cerebro, aparte de poderlo moldear, no ve la diferencia entre la realidad y la fantasía.
3. Productividad efectiva
Si llegaste a leer hasta acá posiblemente pensarás: "¿Cómo balanceo mi vida?" Amando porque dando amor, las cosas van a fluir. También cuidando de mi salud física y mental.
Y el tercer pilar: productividad efectiva.
Puede sonar redundante, pero no es lo mismo. Productividad es que tanto yo puedo hacer. Por ejemplo, me pasaba que cuando iba a la oficina había gente que llegaba de 8:00 a 5:00 sin resultado en su trabajo.
Aprender a trabajar siendo eficiente es clave porque en menor tiempo podrás hacer más de lo que una persona, que no es eficiente ni efectiva se demora en hacer la misma tarea.
TIP: Haz una lista de tus prioridades. Lo más bonito de las prioridades es que cada quien es dueño de sus prioridades y que pueden cambiar según la etapa en la que te encuentres.
Después de leer esto, haz tu lista de prioridades. Pregúntate a qué o a quiénes les voy a dedicar mi tiempo par ser más productiva y efectiva.
"Yo soy prioridad porque me amo".