Más allá de bienes culturales, las tradiciones guatemaltecas suelen ser grandes tesoros cuando se viven en el seno familiar. Suponen espacios de convivencia, cercanía, amor y alegría que nutre y une no solo al núcleo familiar, también a la familia extendida y a aquellas personas que vamos eligiendo a lo largo de la vida para que formen parte de nosotros, como es el caso de los amigos.
Es importante resaltar que vivir las tradiciones que representan a nuestra cultura en familia, logran desarrollar en nosotros y en nuestros hijos un sentido de pertenencia e identidad, que son dos necesidades básicas afectivas de nuestro desarrollo como seres humanos.
Lo más lindo de estas tradiciones es que nos permiten reconocernos y reconocer a aquellos que nos enseñaron a valorar nuestras tradiciones y con ello a nuestro país. Estas se van transmitiendo de generación en generación, de tal manera que cuando vamos haciendo nuestras estas costumbres y los valores que representan, también vamos creando lazos significativos con nuestros padres, abuelos y demás familia.
Por todo esto es importante aprovechar cada oportunidad que nos da la vida para crear momentos de alegría en nuestra familia. Esta época nos permite unirnos más, hacer actividades que nos den la oportunidad de encontrarnos, contar experiencias, fomentar valores y virtudes en nuestros hijos que promuevan, incluso en los más pequeños, no solo el amor por la patria, sino también por todos aquellos que la conforman.
La convivencia familiar sobre todo en estos tiempos, nos da momentos mágicos para crear buenos ciudadanos, capaces de ser transformadores sociales. Nos permite tener una mirada esperanzadora al futuro sabiendo que con nuestro granito de arena vamos a ir construyendo la Guatemala que todos soñamos.
Aprovechemos estos momentos para convivir con los nuestros, para olvidarnos un poco de las pantallas y algunos otros distractores, realicemos actividades que nos permitan hacernos un poco más hermanos y con ello más humanos, conozcamos lo que hacían nuestros papás con nuestros abuelitos, contemos historias de nuestras tradiciones, hagamos un postre propio de la época y disfrutemos en familia de este tiempo juntos.
