Lectura de 5min
Estoy seguro de que, como madre, siempre has buscado que tu familia tenga un estilo de vida lo más sano posible y que su salud esté siempre al máximo ¿no? También sé que te preocupa, al ver las noticias sobre enfermedades provenientes de una mala nutrición y alimentación, que los tuyos no vayan nunca por este camino ¿me equivoco?
Y muchas veces te llena de estrés al verles comer dulces, chucherías, comida rápida y otro sin fin de “alimentos” cargados de azúcar y despreciar totalmente los vegetales y comidas más saludables. Seguro que sí.
Quizás, como suele suceder, tú eres la que más avanzada va en este camino y has estado informándote, haciendo ejercicio, alimentándote mejor y manteniéndote activa. Es ahí en donde empieza a preocuparte aún más, el no ver que tu familia quiera seguir en la misma línea.
Te aseguro que has probado de todo. No comprar chucherías, cocinarles sano, sacarlos a caminar, motivarlos a que hagan ejercicio, ponerle llave a la alacena y hasta enviarles vegetales y frutas en la lonchera que, obviamente los ves aun ahí cuando regresan del colegio.
Todo esto, incluso puede haber causado en ti la reacción de “si no puedes contra ellos, úneteles” y has parado cediendo ante los productos más pecaminosos y a un día de pereza en lugar de hacer ejercicio.
No te preocupes, no eres la única, no estás sola en esto.
¿Motivación o frustración?
Definitivamente, como seguramente te has dado cuenta ya, las consecuencias de una mala nutrición y una vida sedentaria son alarmantes y van más allá de que tus hijos y tu pareja estén “gorditos”.
Diabetes, síndrome metabólico, enfermedades de la tiroides, obesidad y enfermedades cardiovasculares, son únicamente la punta del iceberg. Es más, como te has dado cuenta desde que inició el Covid-19, las personas que no han cuidado su salud, han sido las más afectadas cuando son infectadas con este virus. Y es que no es para menos. Todos estos padecimientos, comprometen fuertemente tu sistema inmunológico y dejan a tu cuerpo totalmente desprotegido y con riesgos de complicaciones.
Sin duda, ahorita te di más cosas en qué pensar… pero, quiero preguntarte, ¿cómo lo vas a tomar?
¿Será esto motivo de una frustración que te paralice y te quedes de brazos cruzados sintiéndote impotente? o ¿será un punto de empoderamiento y motivación para que empieces a actuar?
¿Cómo empezar?
Realmente no hay una fórmula mágica que funcione para todos, mucho depende de cómo sea la dinámica familiar y de cómo ha sido el estilo de salud en tu familia.
Yo sé, la mayoría de nosotros fuimos criados sin saber que los productos que les damos a nuestros hijos, podrían causarles algún daño. Pero ¿sabes? ahora ya lo tienes más claro.
Todas las comidas altamente procesadas y cargadas de azúcar, son como una bomba para tu cuerpo. Causan inflamación en todas células, haciendo que las mismas no funcionen de manera óptima y esto desemboca en muchos padecimientos. Simplemente, tu cuerpo NO está diseñado para consumir esto.
En base a lo que he aprendido de los clientes de mis programas, quiero apoyarte a que, hoy mismo inicies el cambio en tu casa.
Francamente, estoy seguro de que has intentado muchas cosas para que los tuyos coman saludable y estén activos. Si sigues leyendo este artículo, seguramente han fallado…
La naturaleza de los seres humanos les lleva a proteger, a toda costa su autonomía. El resultado de esto es que cada vez que intentas hacer cambios te enfrentas a una rebelión, ya sea explícita o silenciosa, en la que simplemente, encuentras un sabotaje a tus esfuerzos.
Tu pareja pide pizza, los niños se comen las loncheras de otros, te reclaman del por qué ya no has comprado donas y hasta te obligan a pasar al autoservicio y tú, con tal de que te dejen en paz, paras cediendo.
¿Qué te dice esto? Los cambios en la salud de tu familia, NO se pueden forzar.
Si bien, como madre, tú eres la responsable de lo que comen tus hijos, esto no significa que, por esto, puedas o debas obligarlos. Simplemente, no funciona.
La agente súper secreta M0M
Cuando se trata de realizar estos cambios con la menor resistencia posible, debes convertirte en una agente sigilosa que opera estratégicamente para lograr que tu familia esté saludable.
Las estrategias, como te dije anteriormente, pueden variar, pero como base te dejo algunas…
-
Empieza por ti: No hay mejor forma de inspirar a los tuyos que cuidarte tú misma. El adoptar un estilo de vida saludable para tu propia vida, creará un poco de incredulidad al principio, pero, cuando te vean consistente en tus acciones, pasará por una etapa de curiosidad y llegará a un punto de inspiración. Mantén tu misma una alimentación con comidas no procesadas y libre de azúcar, ejercítate, mantente positiva y activa. Pronto, verás cómo cambiará la forma en que te miran.
- No digas nada: Al implementar todo lo anterior, por favor, NO presumas, no pidas que te acompañen, no trates de forzarlos. Ofréceles una vez y si no te siguen, déjalo estar.
- Aprende a decir no: La principal forma de que tus esfuerzos se vengan abajo, es el ceder ante los intentos de sabotaje. El poner límites y decir que no quieres algo en ese momento, no solo es tu prerrogativa, sino que será tu mejor arma para que cada vez vayas infundiendo más respeto y finalmente logres empoderarles.
- Hazlo divertido: No hay peor cosa que ver a una persona que se está cuidando, pasarla mal por estarlo haciendo. Si de verdad quieres cambiar e inspirar, disfruta cada momento y comparte todas las actividades y eventos con tu familia, como que nada raro estuviera sucediendo. Tú eres la misma, solo que más sana y eso no tiene por qué impedir que disfrutes el momento.
- Inclúyelos: En todo momento, hazlos parte de la experiencia de alimentación y actividad. Ponlos a escoger sus vegetales favoritos y prepara un plato con ellos. Convierte esto en una experiencia divertida y no en una rutina en que solo llegan a sentarse a la mesa.
- Actívalos: Una forma de mantenerte activa tú, es jugar con ellos. A los niños y jóvenes les gusta jugar. Sé creativa y regresa a tu niñez como cuando jugabas escondite o tenta. Luego, hasta tu pareja se unirá, ya lo verás.
- Varíalo: Sé creativa y trata de variar siempre lo que comerán en tu casa. Esto se logra con una planificación y preparación semanal para que no estés pensando a última hora y solo escojas lo más conveniente, que, por cierto, casi siempre resulta ser lo menos saludable.
- Inclúyelo: En cada comida, incluye alimentos no procesados, vegetales y frutas, prepáralos de forma en que les guste. Por ejemplo, una pizza de masa de coliflor…
- Libérate: Finalmente, mi consejo, es que te guíes por estas indicaciones y otras que se te ocurran y que no esperes resultados inmediatos. Imagínate, son vidas enteras con hábitos no tan saludables, no cambiarán voluntariamente de la noche a la mañana. No por esto, tú tienes que vivir angustiada y bajo estrés por que sientes que nada cambia... Pronto lo hará, te lo aseguro. Deja ir el perfeccionismo y dale paso a fluir hacia la salud.
Como te mencioné, estas son técnicas que he implementado con mis clientes, con muy buenos resultados. En nuestros programas tenemos un shake de vegetales que tú creerías que tus hijos nunca tomarían, pues te cuento que hasta los más peques lo paran tomando porque mami los inspira. También ocurre con el ejercicio y me mandan videos de que los niños, por su gusto, se les unen a caminar o entrenar.
Quiero que realmente, esto ya no sea otro motivo de estrés para ti. Que duermas tranquila sabiendo que estás haciendo lo mejor que puedes, inspirando y no forzando.
Miguel Bran
Fitness – Nutrition – Life Coach
Thrive! Coaching
miguel@miguelbran.com
(502) 3040-1286
22 comentarios