LA FAMILIA COMO BASE DE LA SOCIEDAD
Todos los seres humanos deben nacer idealmente en una familia unida y con valores claros. Sin embargo, ese no es el caso para muchos. Al no darle prioridad a la familia como base de la sociedad, se ve afectado el desempeño y desarrollo integral de la misma. ¿Te has preguntado por qué existen estadísticas altas de vandalismo, adicciones, estafas, corrupción y abuso? Es evidente que urge retomar la inculcación de valores claros en los hogares a nivel mundial. Un acompañamiento genuino durante la crianza de tus hijos puede evitar que las estadísticas arriba mencionadas, incrementen.
¿Cómo lograr esa inculcación de valores tan necesaria?
Primero debes tener claro qué valores necesitas promover en tu hogar desde que te casas o decides formar tu propio hogar. Es importante que con tu esposo definas por lo menos 4 valores que serán su guía en el hogar que formaron. Muchas familias, por ejemplo, dan prioridad al respeto, tolerancia, organización y honestidad. Luego, cuando tengas tus hijos sabrás qué valores claros deseas transmitirles. Estos se transmiten a través de las palabras que les dices a diario, los libros que lees con ellos, los juegos y sobre todo a través de las reglas de convivencia que redactes para promover la armonía en tu hogar.
Recuerda que en tus manos está criar hijos emocionalmente sanos y con valores claros que les permitirá desempeñarse con seguridad en el mundo. Ponte creativa y realiza actividades con ellos que refuercen constantemente los 4 valores que escogiste con tu esposo.
La constancia es la clave
Al principio tal vez pienses que no estás viendo resultados, pero cree fielmente que lo que siembras en tus hijos será cosechado más adelante. Si deseas contribuir a un mundo más honesto, justo, tolerante, respetuoso y pacífico, la constancia que mantengas educando en valores a tus hijos será clave. Si, así es. Tú eres la clave para que tus hijos se conviertan en su mejor versión y que a través de ellos el mundo sea mejor.
También recuerda que tus acciones valen más que tus palabras. Así que tu ejemplo también es clave en esta práctica de valores constante tan necesaria en nuestra sociedad.
¡Ánimo! Sí se puede.
Recuerda siempre que tu labor de madre es tan importante para este planeta como el oxígeno que respiramos cada día. Si tu labor cesa la sociedad se contaminaría, así como si el oxígeno cesa nuestros pulmones se contaminarían.
Un abrazo,
Mgtr. Irene Tobías
Asesora, Conferencista y Educadora
Valores Humanos, Ética y Disciplina Positiva
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