Salte de la rutina

Salte de la rutina

Las rutinas, con el paso del tiempo, se vuelven monótonas. A pesar de su utilidad en nuestra vida, nos convertimos en robots poco a poco. Pero, ¿qué pasaría si de vez en cuando nos la saltamos? Cristina nos invita a dar ese salto y dar variedad a nuestra vida en este post. Vamos, saltemos juntas...

Todas en algún momento hemos escuchado acerca de la importancia y los beneficios de establecer rutinas en la vida de los niños. Si no,  es porque crean estructura, orden y seguridad en los niños. Les ayuda a formar su carácter, a aumentar su autonomía y autoconfianza. Pero ¿son realmente las rutinas algo beneficioso para las familias?

 

Hace un tiempo, después de terminar la rutina de acostar a mis hijos y empezaba mi propia rutina de preparación para irme a dormir, pensaba en lo monótono que se puede volver la vida adulta mientras saltamos de rutina en rutina durante todo el día. Terminar una rutina para empezar con otra: dormir, esperar descansar, repararnos durante la noche y luego volver a empezar al día siguiente con una serie de rutinas por cumplir.

 

 

 

Ese día mientras hacía un mapa mental de verificación de cumplimiento de cada una de las rutinas que intentamos establecer en casa, y digo intentamos porque no siempre logramos que se cumplan a cabalidad. Me daba cuenta de que muchas veces, por querer hacer lo mejor para mis hijos y familia, podría sobrecargar mi mente y quererme hacer responsable del cumplimiento “perfecto” (que realmente sé que no debe de ser así). Luego, cuando entro con mis rutinas y en donde definitivamente soy la única responsable del cumplimiento de las mismas, me hago aún más responsable por el cumplimiento de esas rutinas. Entonces, te pregunto hoy a ti, son realmente las rutinas un beneficio para nuestras vidas, ¿o son una carga más? ¿Qué opiniones tienes tu al respecto? Escríbeme en los comentarios en la sección de debajo de este artículo.

 

 

Está bien, no pretendo debatir sobre si tener rutinas en nuestras vidas, y sobre todo establecerles rutinas a nuestros hijos desde que son bebés sea funcional o no, al contrario, estoy consciente del beneficio de tener esas rutinas, por pocas que sean pero que se cumplan. Lo que realmente busco transmitir es que, cuando somos adultos, si bien esas rutinas nos siguen ayudando a darnos seguridad, a predecir lo que sucederá, a ahorrar tiempo y a reducir la ansiedad entre muchas otras cosas, podríamos de vez en cuando salirnos de esa rutina, que incluso podría con el tiempo volverse tediosa, y empezar a agregar un poco de variedad a nuestra vida. ¿Con qué fin, te preguntarás? ¡Con el fin de vivir!

 

La vida no es monótona, la vida no es predecible, pero nosotros así la queremos. ¿Por que nos volvemos aburridos cuando crecemos? ¿O por qué dirías tú? Escríbelo en los comentarios hasta abajo de este artículo.

 

 

Hoy quiero incentivarte a que te salgas un poco de tu rutina, apaga el piloto automático que llevas dentro y haz cambios pequeños en tu vida que le agreguen ese toque de emoción que, por caer en la rutina, vamos perdiendo. ¡Ejercita tu cerebro, salte de la rutina!


¿Cómo empezarás hoy a salirte de la rutina?

 

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