El juego constituye una de las formas más importantes en las que los niños obtienen conocimiento y experiencias claves para su desarrollo. La única herramienta con la que cuenta tu hijo para comprender el mundo que lo rodea es el juego.
Sin duda alguna, todas conectamos de diferente manera con nuestros hijos, puede que no te guste jugar, pero si por ejemplo, cocinar con tu peque es el momento donde se divierten y aprenden cosas nuevas, entonces es ahí donde estarás conectando y adquiriendo experiencias nuevas con él. Está bien encontrar siempre otras maneras donde encontrarnos y pasarla bien con nuestros chiquitos.
Los juegos se pueden clasificar de dos formas: el juego libre y el juego dirigido.
JUEGO LIBRE
El juego libre es aquel en donde tus hijos son los propios protagonistas de lo que están jugando y quienes deciden la dinámica según sus intereses y motivaciones. A través de este tipo de juego podemos observar como aprenden a crear vínculos con los demás, a negociar y a resolver conflictos. Así mismo, pueden incrementar su capacidad de afrontamiento mientras aprenden a gestionar sus relaciones y a afrontar los retos sociales, además de superar sus temores, por ejemplo, representando a héroes de ficción.
Nuestros hijos utilizan este juego para asimilar todo aquello que les rodea, depositando sobre él las experiencias que han vivido, expresan sin duda alguna, cómo se sienten o cómo se han sentido en una situación específica.
Algunas de las ventajas del juego libre es que podemos observar cuáles son sus gustos y preferencias, así mismo, se ve un ajuste perfecto en cuanto a la edad y a la actividad. Esto quiere decir que tu hijo no va a realizar actividades para las que no esté preparado, ya que es él mismo el que crea o decide el juego. En este tipo de juego lo principal es no dirigir su juego, puedes sentarte y disfrutar observando como tu hijo crea un escenario espontáneo en donde existe solo él y su historia.
JUEGO DIRIGIDO
Este tipo de juego, los adultos proponemos con intenciones concretas lo que deben hacer. Podemos incluir en este tipo de juego variedad de actividades educativas, con objetivos específicos que queremos lograr desarrollar en nuestros peques. El juego dirigido es sin lugar a duda, un importante recurso didáctico en la educación infantil, este se planifica y al tener un objetivo concreto, se sabrá los efectos que este juego va a tener en el niño, ya sea a nivel motriz, intelectual o social.
Ambos tipos de juego son beneficiosos para nuestros hijos. Si quieres que tu hijo logre un objetivo en específico puedes hacer una actividad creativa en donde pueda jugar aprendiendo y desarrollando destrezas que tú como padre o educador quieres que logre desarrollar. Personalmente, con mi hijo de dos años hacemos varias actividades dirigidas con el objetivo de reforzar y desarrollar varias habilidades fundamentales para su desarrollo.
Siempre digo que las actividades son sólo la guinda en el pastel. Lo principal es tener tiempo de calidad con ellos y crear momentos de conexión donde los dos la pasemos bien.
Puedes crear actividades favoreciendo el aprendizaje de todas las áreas de desarrollo infantil:
- Sensorial – Sentidos y percepción
- Motricidad – Propiocepción, motricidad fina y motricidad gruesa
- Cognición – Memoria, atención, cognición, procesamiento lógico.
- Comunicación – Comprensión, expresión, socialización.
- Habilidades socioemocionales – Resolución de conflictos, juegos de emociones.
Puedes encontrar en mi página de Instagram @ideas.parapeques variedad de actividades, cada una con un objetivo específico y desarrollando varias áreas del desarrollo infantil.
Si deseas una asesoría personalizada sobre algún tema que te genere inquietud con tu hijo puedes enviarme un correo electrónico: marybolflor@gmail.com o escribir un mensaje directo @ideas.parapeques
Licda. Mary Bolaños
Psicóloga Clínica