Mito de la infancia : Los niños solo aprenden con castigos.
Cuando un castigo funciona, no hay un aprendizaje humano. En su lugar hay es condicionamiento animal fundamentado con el miedo. Además, no pierdas de vista que los premios y castigos son dos lados de una misma moneda.
El problema con el castigo es que no favorece un aprendizaje significativo, tampoco que el niño entienda porqué hay ciertas conductas inaceptables; sino que simplemente aprende a esconderlas de sus padres para no ser castigado. Esto distrae al niño de lo verdaderamente importante: a saber, aprender a detenerse o, en todo caso, arrepentirse de lo que hizo para pensar en una forma de reparar.
Cuando tratamos de razonar con los niños esperamos que vean nuestra perspectiva adulta y se acoplen a lo que les estamos pidiendo. Sin embargo, la mayor parte del tiempo esto no sucede: los niños no se someten a nuestra lógica debido a su etapa cognitiva de desarrollo, por lo que no se dan cuenta que los queremos ayudar. Ellos actúan en función de su propia lógica e impulsados por su sistema de apego y, por esta razón, nos desesperamos y les aplicamos un castigo.
Nos olvidamos que el miedo bloquea el aprendizaje. Olvidamos que el niño es un ser humano que puede resolver problemas y reflexionar. Dejamos a un lado que muchas de las malas conductas no son más que una petición de reconexión, que su cerebro es muy inmaduro y por eso tiene dificultad de controlar los impulsos. Perdemos de vista que cuando los niños no hacen lo que les pedimos muchas veces no es porque no quieran, sino porque no pueden por su madurez cognitiva y emocional.
En realidad, cuando castigamos estamos olvidando hacer hincapié en la relación y no en las conductas. Cuando castigamos no nos tomamos el tiempo de dialogar y escuchar. Trabajar con nuestros hijos requiere actuar de manera consciente y confiar en ellos. Castigarlos es automático e inconsciente y está motivado por nuestros miedos a perder el control. Además, quita énfasis a lo verdaderamente importante. ¿Cómo está nuestra relación con ellos?
Los niños tienen que experimentar. Necesitan probar sus formas de hacer las cosas, deben poner a prueba los límites y las reglas. Los niños necesitan experimentar con las consecuencias de sus actos.
Lia Marroquín Gracias
Psicóloga Clínica especialista en Apego
Máster en Psicología en Salud Mental Infanto-Juvenil
Correo electrónico: clinicaliamarroquin@gmail.com
Ig: @lia_lapsicologa